BUENOS AIRES.- Su voz era la única que no se había escuchado desde el hallazgo del cuerpo de Ángeles Rawson en una planta de residuos de José León Suárez. Las palabras de Franklin Rawson, el padre de la adolescente de 16 años, sólo trascendieron a través de las redes sociales. Y esa postura se mantuvo cuando un periodista del diario "Perfil" se acercó a intentar dialogar con el hombre, en la puerta del edificio de Palermo donde vive.
"¿Está conforme con la detención del portero (Jorge Mangeri)?", le preguntó el reportero. "Hay que esperar", se limitó a contestar Rawson. "¿Tiene sospechas sobre el entorno? ¿Cree que el caso está resuelto?", insistió el periodista. Pero el hombre volvió a negarse a responder: "no voy a hacer declaraciones. Se está ocupando mi abogado".
Eso fue todo lo que salió de la boca de Rawson, quien se niega a hacer declaraciones pero tampoco se oculta. Un caso diferente es el de la mamá de Ángeles, María Elena Aduriz, y su pareja, Sergio Opatowski, quienes dejaron su casa y cuentan con la protección del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Según publicó el diario "Perfil", Franklin tiene 45 años, es ingeniero y se desempeña como jefe de compras en la firma Techint. Anteriormente, trabajó para importantes empresas, siempre en puestos jerárquicos. El ingeniero pasó por las mejores universidades privadas y es un apasionado por el rugby.
Por estos días, se lo vio asomar en las redes sociales. En Twitter, por ejemplo, agradeció "los mensajes y tantas muestras de cariño y solidaridad". Mientras que en Facebook escribió el domingo 16: "hoy tuve un día del padre muy doloroso. La fuerza y el cariño de mi mujer, de mis hijos y todos los familiares y amigos que me rodean, me permiten seguir adelante".
Las pericias
Esta semana se conocerán los resultados del cotejo de ADN realizado entre las muestras extraídas de la uñas de la adolescente y el hilo sisal con el que estaba atado el cuerpo, con el patrón genético de Jorge Mangeri, el único detenido que tiene la causa.
"Esta investigación se va a definir por la labor técnica de los peritos y los testigos oculares técnicos, que son las cámaras de seguridad", había afirmado el viernes Miguel Ángel Pierri, abogado del principial sospechoso. "Es una causa muy particular porque no tiene testigos, ni móvil, ni escena del crimen. Hay mucha prueba para recolectar. Será decisivo cuando se conozcan los primeros resultados de las pericias de ADN", agregó el letrado, en una entrevista con radio Mitre.
A partir de los datos que revelen esos peritajes, la defensa del portero evaluará la estrategia a seguir y si finalmente solicita la excarcelación del hombre.
La fiscala María Paula Asaro considera que Ángeles regresó de su clase de gimnasia alrededor de las 10 de la mañana, pero no llegó a entrar a su departamento porque fue interceptada por el portero.
Según el acta en la que Mangeri fue imputado, el hombre de 45 años aseguró: "mi mujer no tuvo nada que ver. Soy el responsable de lo que pasó en Ravignani 2360. Fui yo".